
En Yamashina, la puerta este de Kioto, la naturaleza abunda al estar rodeada de hermosas montañas, como las de la cordillera Higashiyama. El área resulta atractiva para los amantes de la historia por sus numerosas ruinas paleolíticas que datan de hace unos 25 000 años y por sus templos cargados de diversas leyendas. La ciudad también destaca por su cerámica kiyomizu-yaki, abanicos plegables de Kioto y otras artesanías.